Llega el momento de preparar el jardín para cuando llegue la primavera y el verano. Si queremos disfrutar de un espacio exterior bonito y que luzca hay que preocuparse con anterioridad. Los árboles frutales pueden ser un elemento con el que contar en nuestro jardín: los podemos combinar con otras plantas, como por ejemplo jugando con las texturas de los alrededores y los colores.
Los árboles en particular no sólo aportarán alegría a ti ya tu familia sino que también tienen beneficios adicionales, como limpiar el aire, proporcionar oxígeno, etc. Si queremos, pues que los frutales tengan una buena adaptación al terreno y por lo tanto nos den buenos resultados, debemos plantar en la época de frío: ahora es el momento!
¿Qué proceso debemos seguir?
En primer lugar debemos plantearnos qué árbol queremos plantar, no todos tienen la misma adaptación al terreno y el clima también nos influye.
Debemos tener en cuenta el terreno donde plantaremos el árbol y hacer un agujero suficientemente grande para poner todas las raíces. Es importante que tengamos especial cuidado en este punto, ya que una mala plantación puede hacer que la planta no crezca y acabe muriendo. También es importante que el agujero sea el adecuado a las raíces del árbol para que las nuevas puedan crecer sin estrés.
Colocamos el árbol en el hoyo, si no cabe podemos volverlo a sacar sin problema y seguimos sacando tierra.
Cuando el árbol esté en el agujero, identifica su mejor cara y gíralo en la dirección que quieras y asegúrate de que esté recto. Este paso te permitirá disfrutar de la apariencia del árbol y también de hacer que dé su mejor cara.
Finalmente hemos de tapar el agujero del jardín mezclando compuesto con la tierra que hemos extraído.
Una vez que el árbol esté sembrado, riégalo y mantén un horario regular de riego. Esto ayudará a que las raíces se establezcan en la tierra que las rodea.